Sam y Aric celebraban el pasado 28 de abril en Carolina de Sur el que creían que iba a ser el mejor día de sus vidas. Sin embargo, el destino hizo que un accidente le quitara la vida a la novia y dejara en estado crítico al novio, horas después de darse el sí quiero.
La boda se celebró con total normalidad en Folly Beach, hasta que la pareja de novios decidió irse hacia la recepción en un carrito de golf. Ambos, acompañados por dos familiares, fueron arollados por un coche que conducía una joven en estado ebrio.
La madre del novio, Annette, cuenta que «fueron embestidos por detrás por un conductor ebrio que circulaba a 65 MPH (104 km/h) en una zona de 25 MPH (40 km/h). El carrito de golf salió despedido más de 100 metros y dio varias vueltas de campana».
Ha creado ahora un crowfunding para recaudar dinero para los gastos médicos y servicios fúnebres. “Me entregaron el anillo de boda de Aric en una bolsa de plástico en el hospital, cinco horas después de que Sam se lo pusiera en el dedo y se leyeran sus votos. Esta recaudación de fondos ayudará a pagar el entierro de Sam y los gastos médicos de Aric y su familia”, asegura. Su hijo, el novio, cuenta con heridas graves, incluyendo una lesión cerebral y huesos rotos.
