Ecuador ha redoblado sus esfuerzos para luchar contra las organizaciones criminales, que se dedican al tráfico de estupefacientes y usan al país como puente para su distribución hacia Estados Unidos y Europa. La cantidad de cocaína incautada en el 2021 casi se duplicó con respecto al año anterior, más de 210 toneladas. Aunque en 2022 se redujo la incautación, la capacidad de almacenar y destruir no han variado.
El Ministerio del Interior declaró que la droga incautada entra más rápido de lo que se puede destruir mediante la tradicional incineración, para septiembre de 2022 solo habrían logrado deshacerse de menos del 50% del total incautado en el 2021.
Los almacenes colapsaron con más de 200 toneladas, lo que representó un riesgo para la seguridad de los custodios, que fueron blancos de atentados por los grupos criminales que intentaron recuperar la mercancía.
La reacción del gobierno ante la situación, fue ordenar el desarrollo de otros métodos para destruir la cocaína de forma más rápida, en consecuencia, decidieron optar por uno en el que se encapsula y se mezcla hasta convertirla en bloques de hormigón.
El país sudamericano vive una crisis de inseguridad al ser usado como plataforma para el tráfico de drogas por carteles mexicanos y enfrenta el desafío de eliminar con rapidez los cientos de toneladas de sustancias incautadas para evitar su reinserción al mercado ilícito.
Ventajas del encapsulamiento
Incinerar 70 kilos de clorhidrato de cocaína toma un tiempo aproximado de una hora, por las condiciones químicas de la droga”, explica Edmundo Mera, subsecretario de Sustancias Sujetas a Fiscalización del Ministerio del Interior. Mientras que con el método de encapsulamiento se puede destruir en el mismo tiempo hasta 1,8 toneladas, esa cantidad en el horno tomaría dos semanas, “es 270 veces más rápido”, dice Mera.
El método ha comprobado ser sumamente efectivo, de 450 toneladas de drogas destruidas en los últimos dos años, 369 se han hecho por encapsulamiento, que consta en los protocolos de la Oficina de Drogas de Naciones Unidas y que Ecuador ha adaptado para realizarlo a gran escala.
¿Cómo lo hacen?
El método de encapsulamiento consiste en pulverizar las drogas, después ingresa en un mixer industrial donde se mezcla con cemento, cal, desperdicios de todo tipo, como medicina caducada, con aglomerante y aditivo de dureza, el resultado de la mezcla es concreto, “que es vertido en celdas de seguridad”, explica Mera. Se trata de una piscina de 15 metros de profundidad, “que está recubierta con geomembrana, que en dos horas está compactado”, añade, y que sería imposible que se pueda extraer nuevamente la sustancia ilícita.
Para este proceso el Gobierno ecuatoriano contrató a uno de los pocos gestores ambientales autorizados, que tiene las instalaciones cerca de Quito.