Hace unos días nos enterábamos de la muerte repentida del cantante y actor Aaron Carter, el hermano de Nick Carter, miembro de la mítica banda Backstreet Boys. El rapero apareció muerto en la bañera de su casa cuando tan solo tenía 34 años.
Aaron llevaba años luchando contra el abuso de sustancias, drogas y alcohol. Había asistido a rehabilitación y a programas de desintoxicación para recuperar la custodia de su hijo. Sufría ansiedad aguda, depresión maniaca, ezquizofrenia y trastorno de personalidad múltiple.
Nick ha dicho a través de una publicación en su cuenta de instagram que su corazón está roto: «Tenía la esperanza de que algún día quisiera recorrer un camino salidable y finalmente encontrar la ayuda que tanto necesitaba», asegura. Y culpa directamente a la adicción y las enfermedades mentales como «el verdadero villano aquí».
La relación entre Nick y Aaron se había deteriorado al haber solicitado el primero una orden de alejamiento por las amenazas que sufría su esposa por parte del segundo. Aun así, Nick ha asegurado que echará de menos como nunca nadie se imagine a su hermano. «Te quiero Chizz. Ahora finalmente puedes tener la paz que nunca encontrarías aquí en la tierra… Dios, por favor cuida de mi hermanito.», ha sentenciado.
Curiosamente, la hermana gemela del cantante, Leslie Carter, murió de sobredosis de medicamentos para tratar la depresión. Ambos fallecieron jóvenes por culpa de enfermedades mentales.