Nicholas Mathew Perry es uno de los creadores de contenido que más polémica ha generado, más conocido como Nikocado Avocado, lleva más de cinco años grabándose mientras come diferentes tipos de alimentos.
Al principio, Nikocado solo hacía contenido vegano, pero, con el pasar de los días, decidió cambiarlo por un estilo de vida que puede considerarse poco saludable y el cual lo llevó a subir casi 100 kilos de peso.
Las redes sociales y las tendencias de YouTube han marcado el contenido que los usuarios y los conocidos como influencers han visto y han creado durante los últimos años. De hecho, los challenge (retos) hacen que numerosas personas repitan los mismos audios, bailes o bromas con el único fin de atraer seguidores y crecer en popularidad.
El hombre se ha dedicado subir contenido conocido como mukbang, estos consisten en grabarse a sí mismo mientras se comen grandes cantidades de comida y se interactúa con la audiencia. Aunque comenzó siendo muy popular en China, ahora se ha extendido a lo largo del mundo y hacerlo sin control trae consecuencias.
Nicholas es originario de Ucrania, pero fue adoptado por padres estadounidenses. En su adolescencia fue diagnosticado con trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) y trastorno por déficit de atención (ADD), por lo que desde muy chico ha tenido que medicarse para contrarrestar los síntomas de estas patologías.
Un antes y después de la comida vegana
En 2016, Nicholas indicó que a pesar de haber sido vegano, ya no apoyaba más esa dieta y comenzó a subir videos en los que se puede ver comiendo comida chatarra en grandes cantidades. Mientras más comía, más peso ganaba y, aunque ponía en riesgo su salud, también aumentaba su número de suscriptores.
Sus contenidos empezaron, también, a involucrar la vida privada del youtuber en la que se podían ver discusiones con su pareja, reconciliaciones y varios espectáculos.
Con el tiempo y el aumento de peso, Nikocado comenzó a aceptar que su estilo de vida no era saludable; sin embargo, continuó realizando los videos y comiendo en proporciones exorbitantes, hasta el punto de necesitar un respirador artificial para poder seguir haciendo vídeos.