La Mona Lisa de Leonardo da Vinci, la pintura más célebre del mundo, fue atacada este domingo en su lugar de exhibición en el museo Louvre de París. Un hombre entró disfrazado al lugar, y le tiró una tarta de crema a la obra. El ataque, sin embargo, se vio frustrado por el cristal blindado que protege a la Gioconda, instalado luego de que la obra fuese víctima de varios ataques en las últimas décadas.
El atacante, que entró al museo en una silla de ruedas disfrazado de mujer, dijo que lo hizo para llamar la atención sobre el cambio climático del planeta. El incidente se produjo en la tarde del domingo. Varias fotos muestran el cristal de protección manchado de crema, mientras un hombre, que parece ser un guardia del museo, lo limpia. El museo del Louvre no ha emitido ninguna declaración al respecto.
Un usuario de Twitter, que afirma haber presenciado el incidente, explica que el autor de la acción era un hombre disfrazado con una peluca, que se levantó de una silla de ruedas y golpeó el cristal, antes de arrojar el pastel.
“Hay personas que están destruyendo la tierra… Los artistas, piensen en la tierra. Por eso lo he hecho. Piensen en el planeta”
Otras imágenes muestran la silla de ruedas detrás del cordón de seguridad que separa la obra del siglo XVI de los visitantes. Ninguna foto o video captó el incidente en sí mismo.
No es el primer ataque que recibe la obra
La Monna Lisa ya fue objeto de ataques en el pasado, y estuvo desaparecida entre 1911 y 1914, luego de ser robada de Louvre. El primer ataque lo perpetró un hombre que aseguraba estar enamorado de la mujer de la pintura, y la cortó con un cuchillo para intentar llevársela. En ese momento se instaló un vidrio protector, que desde entonces ha parado algunas agresiones: por ejemplo, la ocurrida en diciembre de 1956, cuando un boliviano Ugo Unzaga Villegas, le lanzó una piedra que rompió el cristal y le daño el cono izquierdo a la Gioconda.
En 1974, mientras el cuadro se exponía en Tokio, una mujer japonesa enojada con la falta de accesibilidad para personas discapacitadas del museo donde se exhibía le tiró pintura en spray rija, aunque tampoco logró dañarla.
En agosto de 2009, una turista rusa fue detenida por lanzarle una taza de té vacía. El museo explicó entonces que la taza se rompió contra el cristal de protección, que se rayó ligeramente.
Millones de personas acuden cada año al Louvre para admirar La Gioconda. Desde 2005, por lo que se expone detrás de un cristal blindado, con un sistema de humedad y temperatura controladas.