En el mundo del (des)amor, ya está todo inventado. Sin embargo, en menos de un año, han (re)surgido etiquetas que explican a la perfección las situaciones amorosas y/o todo lo que ello conlleva. Se habla del ghosting, el cushioning o el breadcrumbing, y ahora llega el love bombing (bombardeo de amor). Quizá, esta sea la peor y más cruel de todas.
¿Alguna vez has empezado a salir con alguien y, de la nada, ya parecía que estabais hechos el uno para el otro? Y, de repente, ¿de ser felices y hablar por todas las redes sociales y estar juntos todos los días y hablar del futuro, todo se esfuma y parece que has hecho todo mal? Si es sí, es porque, quizá, has sufrido un ataque de ‘love bombing’.
¿Qué significa love bombing?
Literalmente, bombardeo de amor. Aunque parece un concepto muy millennial 3.0, en realidad, se acuñó en la década de los años ’70 por los miembros de una secta estadounidense conocida como Unification Church of the United States. En ese entonces se utilizaba para explicar cómo los miembros de la secta y, sobre todo, los líderes, atrapaban a través de bombas de amor o sobredosis de afecto a sus vistimas, y así les hacían sentir protegidas y seguras dentro de estas muestras de afecto y amor desproporcionados para rechazar la hostilidad del mundo exterior.
El Love Bombing (bombardeo de amor) es una técnica para atrapar a la persona de la que estás enamorada. La persona que suele realizar el love bombing es alguien muy inseguro, ególatra, narcisista y tóxico y, para pillar a la persona con la que quiere estar, la bombardea a mimos, a excesivas y prematuras muestras de amor e incondicionalidad.
Esta herramienta es muy sutil a la hora de manipular a alguien. A través de la sobre-atención amorosa y afectuosa, la persona en cuestión se queda atrapada y enganchada y, cuando ese bombardeo de amor, decae, siente que todo lo ha hecho mal, así, la persona que hace el love bombing, puede manipular y castigar con este chantaje emocional.