Al menos siete personas murieron, tres están desaparecidas, y unas treintena resultaron heridas después de que una enorme pared rocosa de un cañón se precipitara este sábado sobre unas lanchas turísticas en un lago del estado brasileño de Minas Gerais.
El Cuerpo de Bomberos de Minas Gerais informó inicialmente de 20 desaparecidos, pero horas después redujo sustancialmente esa cifra tras determinar que la mayoría habían sido rescatados con vida por otras embarcaciones. El accidente dejó además una treintena de heridos, cuatro de los cuales están hospitalizados.
Ocurrió sobre las 11.00 hora local en el Lago Furnas, un punto turístico del municipio de Capitólio, cuando un bloque de piedra de grandes dimensiones cayó desde una altura de cinco metros sobre cuatro embarcaciones, de las que dos fueron impactadas de lleno.
“Lo que agrava la situación es la forma en que la roca cae, de manera perpendicular. Usualmente cuando tiene este tipo de ruptura, sale en forma de rodajas, se desliza por la estructura y cae en diagonal o de pie”, apuntaba la fuente tras confirmar que ha sido un fenómeno “atípico” que les ha pillado por sorpresa. Por este motivo, en los próximos días, realizarán un análisis en la zona para evitar que vuelva a suceder. “Lo normal es que las rocas se desprendan, por sus características, pero que sean más pequeñas”, aclaraba.
No obstante, el bombero ha explicado que esta región de cañones está formada por rocas sedimentarias «más susceptibles a las acciones del viento y las lluvias», motivo por el que «presentan una resistencia menor». «Estamos en un periodo bastante lluvioso, lo que ha podido acelerar la penetración de agua en la estructura rocosa y causar el desprendimiento«, agregaba.
El departamento de Defensa Civil brasileño ha confirmado la desaparición de 3 personas desde el accidente, por lo que unos 40 militares aún se encuentran trabajando en la zona afectada.