El domingo pasado la audiencia estaba pendiente de dos cosas: de la serie documental ‘Rocío, contar la verdad para seguir viva’ y de la reacción tanto de Rocío Flores, hija de Rocío Carrasco, como de su exmarido, Antonio David.
Las acusaciones que hizo la protagonista a lo largo del primer capítulo dieron mucho de qué hablar e hicieron que Telecinco empezara a mover hilos. Por una parte, Rocío Carrasco aseguró que su exmarido, Antonio David Flores, la había maltratado. Unas acusaciones que han conllevado que el programa ‘Sálvame’ prescinda del colaborador.
Sin embargo, aunque no personalmente, Antonio David se ha pronunciado a través de Antonio Rossi en ‘El Programa de Ana Rosa’. «Él está tranquilo y se agarra a la única realidad que hay, que su exmujer le denunció por violencia de género en 2017 y no ha habido opción a que abran ni un juicio oral«, contó el periodista.
Por otro lado, quien quiso también expresar lo que sintió al ver la seria documental de Rocío Carrasco fue su hija, Rocío Flores. Tras 9 años sin hablarse, Rocío Flores asegura en su cuenta de Instagram que intentó intervenir en el programa donde se estaba emitiendo el capítulo. Sin embargo, según ella, no la dejaron.
La joven ha explicado en sus redes sociales por qué no se pronunciaba acerca de lo que estaba viendo y viviendo. «Ayer, con la tranquilidad que una persona puede tener escuchando y viviendo todo lo que yo vivía noche, intenté entrar en directo para explicar algo y tender un puente una vez más y no se me dejó, no se vio oportuno», ha sentenciado Rocío Flores.
Así, la serie documental de Rocío Carrasco, tras más de 20 años sin hablar de su familia, ha abierto una guerra que tiene dos finales posibles: la reconciliación de la madre con sus hijos o la separación para siempre de los mismos.