Desde que somos niños nos hablan de estudiar la carrera de nuestros sueños, de trabajar en lo que nos gusta o trabajar en la empresa familiar, pero poco se habla de que debemos hacer para comprar una casa propia.
Parte de hacerse adulto es tomar la decisión de vivir fuera de casa de nuestros padres, por lo tanto, conviene tener un plan claro y seguirlo para poder estar preparados para cuando llegue ese momento. Lo más probable es que siendo joven, no tengas el dinero para comprar la propiedad al contado, por eso este artículo está orientado para ayudarte a cumplir con el perfil que buscan las entidades financieras que aprueban tu crédito hipotecario.
- Ahorra. Ningún banco te financiará el 100% del precio de la vivienda, actualmente lo más que suelen aprobar es el 80% del total, por lo cual debes tener ahorrado el 20% restante más los gastos de tramitación e impuestos. Si tienes menos de 30 años sería un 14% más aproximadamente, si eres mayor de 30, puede ser hasta un 20% adicional. Para ahorrar debes establecer un monto fijo que aportarás mensualmente a la hucha, que sea lo primero que reservas y no toques por nada del mundo, lo ideal es que sea un 15% de tu sueldo. Buscar opciones para tener ingresos extra ayudará mucho a alcanzar la meta pronto.
- Registro. No basta con tener dinero ahorrado, hay que demostrar que el dinero fue producto de nuestro trabajo, lo mejor es abrir una cuenta en la que mes a mes te ingresen la nómina o el producto de tu trabajo en caso de ser autónomo. Así bastará con un extracto bancario para demostrar la el origen de los fondos.
- Locación. No descartes ninguna posibilidad, a veces los pueblos que tenemos alrededor, ofrecen viviendas que se adaptan a lo queremos y necesitamos, a un precio accesible, que se adapta mejor a nuestro presupuesto.
- Investigación. Es importante indagar la historia de la vivienda, el por qué está en venta, que ventajas y desventajas puede representar para nosotros. En este punto lo mejor es contratar a profesionales como HOLAVIVIENDA, eso te da la seguridad de que la vivienda no tendrá ningún vicio oculto o letra pequeña que pueda perjudicarte, además de asesorarte con el mejor momento para comprar.
- Colaboración. Lo mejor a la hora de comprar, es hacerlo en pareja, o con el apoyo de algún familiar cercano de tu entera confianza, ya que al poner al frente dos ingresos mensuales fijos, aumentan las probabilidades de que el banco apruebe el crédito (la figura del fiador también resulta bastante útil en estos casos). Del mismo modo la carga del pago inicial no será tan pesada si es compartida.
- Visión a futuro. Tu situación actual no define tu situación futura, ten cuidado con solicitar hipotecas, en las que la cuota mensual represente un porcentaje de tus ingresos demasiado alto, piensa que si algo cambia, debes poder afrontar el pago de la cuota sin problemas.