Entre los propósitos de año nuevo habitualmente está el de empezar una dieta despúes de todos los excesos de Navidad. Y, sin duda, la dieta de las dietas que triunfa ahora es el llamado ayuno intermitente.
Para entendernos, el ayuno intermitente consiste en alternar periodos de ayuno y alimentación. La dieta no indica qué alimentos debes ingerir, pero sí cuándo ingerirlos. Aunque esto variará según cada persona.
En este sentido, debes tener en cuenta que el ayuno intermitente se debe hacer siempre bajo la supervisión de un profesional. Puesto que, aunque tiene beneficios, puede tener también efectos perjudiciales para tu salud. Debe estar hecha a medida de la persona interesada.
Los pros y los contras del ayuno intermitente
En el mundo de la nutrición y la ciencia, muchos profesionales apoyan este tipo de dieta. Mark Mattson, profesor de la Universidad Johns Hopkins y uno de los principales defensores, marca los beneficios y los riegos del ayuno intermitente.
A pesar de que muchas personas creen que solo sirve para reducir peso, los beneficios son también otros. El ayuno intermitente, además de disminuir el riesgo de obesidad y diabetes, retrasa el envejecimiento celular, disminuye la presión arterial y la frecuencia cardiaca media, y mejora los procesos inflamatorios.
Sin embargo, como toda dieta sin supervisión, también tiene riesgos; no sirve para todas las personas. El ayuno intermitente puede derivar en problemas de concrentración y memoria, alteraciones del sueño, carencias nutricionales, deshidratación o un estado de ánimo decaído y mal humor.