En poco más de cuatro años, Bad Bunny ha escalado hasta la cima de la industria musical. Empezó en el año 2016 como una promesa del trap y es ahora un referente del pop internacional.
Benito Antonio Martínez Ocasio, su nombre real, pasó de meter la compra de los clientes de un supermercado en bolsas a batir varios récords en la música. De hecho, a día de hoy, se ha posicionado como artista global número 1 de 2020 en Spotify.
Aun así, las críticas no han dejado de caer sobre él desde que saltó a la fama. Este último año, la Sociedad Americana de Compositores, Autores y Editores le dió el premio a compositor latino de 2020. Algo que acarreó todavía más críticas sobre el cantante.
Bad Bunny se describe como un chico de barrio, nacido en Puerto Rico en 1994, de clase media y sin saber tocar ningún instrumento ni leer una simple partitura. Sin embargo, tema que saca, tema que lo convierte en un éxito mundial.
El artista ha sido criticado también en multitud de ocasiones por la letra de sus canciones; muy asociadas al sexo y a la forma en que lo trata. Aun así, Bad Bunny se justifica diciendo que «Yo, si le cuento a un pana amigo mío que extraño a una chica, le digo: ‘Diablos, otra vez me acordé de cuando se lo metí en el parking de allí…’. Así se expresan muchas personas de mi nación».
En una entrevista para El País, el cantante pop señalaba además que solo hace un año o menos que es consciente de lo que ha conseguido. «Muchas veces se me olvidaba, sentía que era el chamaquito del supermercado. Pasaba algo y decía: ‘¡Diablos!’. Y luego: ‘Ah, no, espera, si yo tengo aquí… (refiriéndose a la cartera)”, afirma Bad Bunny.