La navidad siempre se ha tratado de tradiciones y es normal pensar que todos la celebramos de la misma manera, pero en el mundo existen todo tipo de personas y creencias, que celebran a su manera estas hermosas fechas.
Japón: comer pollo frito.
La tradición nació en 1974 ya que la cadena de pollo frito lanzó una publicidad, cuyo lema era «Kurisumasu ni wa Kentakkii!» (Kentucky para navidad) para incitar el consumo de pollo en estas fechas. Es normal ver largas filas en los restaurantes del Kentucky Fried Chicken. El éxito de la campaña fue tal, que actualmente es una tradición que la compañía reciba pedidos con meses de antelación para las cenas del los días 23, 24 y 25 de diciembre, lo que aumenta las ventas de esos días al punto en que pueden llegar a igualar los ingresos de medio mes, según dicen sus propietarios.
Suecia: un pato da el mensaje de Feliz Navidad
Kalle Anka o como nosotros lo conocemos «El pato Donald» es el encargado de desear feliz navidad a los suecos, desde 1959, las familias suecas se reúnen en torno a la televisión cada 24 de diciembre para ver el especial de Disney «El Pato Donald y sus amigos le desean una feliz Navidad» que la televisión pública sueca emite el día de Nochebuena a las 3 de la tarde. Tras la emisión del programa de una hora, los niños que han sido buenos reciben los regalos.
El personaje animado se ha convertido en parte de las tradiciones familiares de los suecos, muchos de los cuales se saben de memoria los diálogos de ese capítulo en particular.
Francia: Pére Fouettard castiga a los niños.
Este personaje aparece siempre junto a Santa como uno de sus ayudantes, su trabajo es decidir si los niños han sido buenos y merecen un regalo o han sido malos y merecen ser castigados con un azote. Suele tener ropa oscura y barba frondosa.
Esta tradición también se puede ver en el País Vasco, donde el carbonero conocido como Olenzero, con su traje típico vasco.
Italia: se deja pasta y vino a la bruja Befana.
La leyenda Italiana se remonta a los tiempos del nacimiento de Jesús, se trata de un día nublado en que los Reyes Magos perdieron de vista a la estrella de Belén, la única persona que conocía el camino hacia Belén era una anciana a la que todos llamaban bruja porque siempre llevaba una escoba, ella además de guiarlos les ofreció su casa para que descansaran, pero ellos no aceptaron porque debían continuar su camino, por el contrario la invitaron a acompañarlos, pero ella dijo que no, luego de un momento se arrepintió, llenó una cesta con dulces y frutas para ofrecer al niño, y trato de alcanzarlos pero no pudo, es por eso que comenzó a recorrer las casas buscando a Jesús y si encontraba un niño que hubiese sido bueno, le daba un dulce, y si había sido malo le dejaba un carbón.
A la bruja Befana no le gusta ser vista, si ve que un niño se queda esperandola puede pegarle con la escoba, o dejarle solo carbón, ajo y cebolla, en cambio si quieres que se sienta feliz de visitarte dejale un plato de pasta con una botella de vino y así te dejará mejores regalos.
Austria: una figura demoníaca captura a los niños traviesos.
La mitología alpina habla de Krampus, una figura demoniaca con cuernos, una lengua muy larga y una cesta para capturar a los niños que han sido traviesos a lo largo del año. En diciembre se multiplican las fiestas y los desfiles en los que personas disfrazadas de Krampus deambulan por las calles.
Santa Claus también tiene un antagonista en Islandia: el gato de la Navidad o Jolakotturin. En ese país del norte de Europa, los niños que se portan bien y hacen sus tareas reciben ropa nueva por Navidad. Los padres les dicen a sus hijos que si no trabajan lo suficiente, llegará el gato de la Navidad y, al ver que no tienen ropa nueva, se los llevará.